Es un hecho alentador e inusual…
Todos los farmacéuticos de Lorca tienen para mí, un aprecio especial a los que dediqué mi apoyo y consideración, tras el terrible terremoto en 2011; pero particularmente a Alejandro Domínguez Lorente, porque le tocó en la zona más devastada (La Viña), y porque me une una amistad de muchos años, que ambos procuramos alimentar.
Es un hecho alentador, y desde luego, inusual, la presencia de quienes nos representan en los lugares donde se producen acontecimientos conflictivos.
Convencido desde el principio, de tener la partida ganada por muchas trabas que le pusieran al problema de ubicar las basuras frente a un establecimiento sanitario, porque un misil de grandes dimensiones -de nombre «razón y solidaridad»– le estaba apuntando; aunque se echaba en falta ese gesto «de presencia» de quienes nos representan que tanto valoramos por su gran significado y la humanidad que conlleva.
Siempre soñé que nuestro colectivo tiene un alma propia, y sus dirigentes cuando nos representan, les imprime su carácter, independientemente de quienes les hayan votado, y tienen la facultad de razonar recordar comprender y juzgar para defender los intereses justos que nos afectan a todos y a cada uno; por ello, he sido crítico y duro, cuando sólo hemos sido capaces de lloriquear ante La Administración de turno que abusaba de decretazos, tijeretazos, impagos y bajadas de precios, en contra de nuestros intereses, en vez de exhibir a nuestra “reina” acompañada del espíritu de la colmena.
P.D.- Acostumbrado a observar, he aprendido, “que la verdad casi siempre llega tarde” pero si la dicha es buena, es bien recibida, alentadora, y un ejemplo para nuestros jóvenes, porque enseña y propaga, ese compañerismo que hasta hace pocos años disfrutábamos y exhibíamos con esplendor; por ello, hechos de esta índole nos benefician y crean interés comunicativo como lo demuestran cientos de entradas registradas desde el momento de su publicación el pasado viernes, que me alientan a seguir escribiendo. Gracias.