De bien nacidos es ser agradecidos

La primera empresa de Murcia, HEFAME, CUMPLE 65 AÑOS (no cincuenta, pero no se jubila)  – Colaborando con la mejora diaria de la salud.

El pasado verano, me vi envuelto en una absurda discusión de quién tenía preferencia en un asunto cívico (que no viene al caso), y tuve que esperar una larga cola hasta la llegada de la Guardia Civil para poner orden; y en aquel desorden, tuve la suerte de conocer a un joven farmacéutico que ejercía su profesión en un pequeño pueblo de la montaña alicantina– donde no se producían atascos como el que estábamos presenciando –  y al que los medicamentos le llegaban puntualmente, al mismo coste que a cualquier otro socio de Hefame, aunque tuviese la botica en un sitio más bajo respecto al nivel del mar, y más “civilizado”.   El joven, mientras esperábamos la llegada de las Fuerzas del Orden (que no se hicieron esperar), mostraba un agradecimiento poco usual hacia esta Cooperativa que le enviaba cada dos días los medicamentos que su comunidad rural precisaba y con lo que se ganaba dignamente la vida, aunque logísticamente le cobrase lo mismo que al socio que tiene su farmacia a pie de playa de Benidorm, por ejemplo; y me hizo reflexionar, sobre la valía que tiene nuestra Cooperativa en nuestro trabajo diario y, por ende, para el paciente, sea de Benidorm o de la montaña de Guadalest (donde los costes logísticos son más elevados).

Gracias a un pequeño grupo de farmacéuticos (murcianos y alicantinos), liderados por el boticario murciano Pepe Ruiz – Seiquer, que tuvieron “el gran acierto”  de ver con claridad “el valor de la cooperación, y la importancia de la fuerza que representa la unión”, para abastecerse  mejor, y evitar así todos los problemas y dificultades que suponía adquirir los medicamentos directamente de la industria, cada uno por su cuenta, fundaron en Murcia  la cooperativa de distribución farmacéutica con el nombre de Hermandad Farmacéutica de Alicante y Murcia, que independientemente de que más tarde, al expansionarse por todo el Arco Mediterráneo, se le llamase Hefame (Hermandad Farmacéutica del Mediterráneo), y el que firma no pueda negar su corporativismo como socio,  tanto prestigio (al ser la segunda distribuidora española de medicamentos ), puestos de trabajo, y beneficio económico – pagado en forma de impuestos –  ha dado a esta Comunidad donde nació, y reside su sede central. La “esencia” de ese pequeño grupo de farmacéuticos, aportaron tal fuerza y estabilidad a la profesión farmacéutica, que se puede afirmar, que sin ellas, no seríamos hoy el mejor servicio farmacéutico del mundo (reconocido por expertos), y la envidia de los millones de turistas que visitan cada año España; sobre todo, por todo el Arco Mediterráneo donde Hefame tuvo el “buen ojo” de establecerse, cuando decidió expansionarse con el entonces Presidente Vicente Ortega, durante  la década de los ochenta, creando no sólo otra sede en la capital de España sino construyendo almacenes equipados con nuevas tecnologías, para adaptarse a los nuevos tiempos, desde Málaga a Gerona como  empresa de Distribución Farmacéutica, dando diariamente servicio a más de 10.000 farmacias en el territorio nacional.

Este año se cumplen sesenta y cinco, con el aliento constante de sus 3.500 socios, que siguen abasteciéndose de nuestra Cooperativa – a pesar de que la compra directa a la industria les reporte en algún caso, cierto beneficio – porque somos conscientes, que si no lo hiciésemos, nuestra Hefame no podría subsistir; y sin ella, no tendríamos el abastecimiento asegurado, ni el prestigio nacional, ni los puestos de trabajo que aporta,  y la seguridad que ella nos da; “uno no sabe la fuerza que tiene”, hasta que cuando la Administración no ha podido pagar su deuda, nuestra Cooperativa nos ha  auxiliado, con medidas ejemplares.

Nuestro Fundador (Pepe Ruiz- Seiquer), que a pesar de sus más de noventa años conserva con lucidez su cabeza – aunque sus ojos ya no vean la luz –, habló el pasado 30 de Abril, en un acto celebrado en la Librería de Diego Marín en Murcia –en la presentación del libro “Píldoras y Posdatas” que trata sobre la vida emocional de los últimos doce años de  Hefame – con asistentes, de ya la 3ª generación de sus socios fundadores, de seguir respaldando entre todos, en estos momentos difíciles que vive España, el espíritu de la UNIÓN, y cooperativismo basado en el principio de igualdad, cuyos frutos disfrutamos hoy gracias a la herencia que recibimos de este grupo de socios que tuvieron la visión y decisión de elegir este modelo cooperativo, que tanto bienestar y calidad de vida aporta a nuestras farmacias y es y será un orgullo para Murcia, y para sus ciudadanos.

No puedo terminar estas letras de recuerdo, sin mencionar a ese otro grupo de compañeras y compañeros, que liderados por el entonces Presidente Francisco José Vicente Ortega – que tomó las riendas en 1972 con una facturación de 400 millones de pesetas y la dejó en 2001 con unas ventas que superaban los 200.000 millones de pesetas – dejando constancia de su buen hacer profesional; ni tampoco puedo olvidar a los presidentes que le sucedieron, (como Antonio Abril, que aupado por la entonces Alternativahefame, y Carlos Coves en la actualidad) que continúan avanzando consolidando en tiempos muy difíciles el cooperativismo de la distribución farmacéutica de capital farmacéutico, con la solvencia y las ventajas derivadas de las sinergias técnicas y operativas del proceso de integración, así como de todo aquello que aporte a la Cooperativa flexibilidad y agilidad comercial de cara al futuro siempre que se realice con miras profesionales defendiendo sin fisuras el binomio <propiedad – titularidad> en la que se basa nuestro modelo farmacéutico desde hace ochenta años, y que además de “funcionar” adaptándose a las necesidades sanitarias, aporta a España valores como: seguridad, unión, confianza y riqueza empresarial.

Pocas veces una semilla tan buena y altruista, caída en terreno tan fértil, floreció y dio frutos de una manera tan  inteligente solidaria  y generosa, compartiéndolo con espíritu cooperativo, basado en la igualdad, con el resto de su país, y adaptándose cada año a las necesidades del mercado para ser competitiva, útil y productiva; pocas veces los grupos humanos se abren camino, y progresan así, creando una riqueza que sea duradera y sostenible, para La Comunidad donde ha nacido y el territorio nacional por que se ha propagado. Por todo ello, es hora de agradecer a sus fundadores, y Presidentes, la herencia recibida, y el bienestar que disfrutamos y esperamos que jóvenes como el que menciono al principio, aporten su empuje, para que esta empresa continúe.