Hay «algo nuevo»
Lo que sucede, es que «aún» no comprendemos, a un Presidente – y su equipo –, que ¡no son demócratas!; y venían con la intención de forrarse, enfrentando a los españoles, y con Zapatero en la sombra.

Mientras se celebraba el juicio del Procés presidido por el Juez Marchena, «observaba», cómo los que se sentaban en el banquillo ¡no estaban preocupados! Y algunos hasta sonreían. «aquí está todo el pescado ya vendido», escribí por aquel entonces, en esta misma “tj.com”; ¡y acerté!, pues sabían ya que estaban jugando «un partido», con un árbitro – Conde Pumpido – que los iba a indultar .
Por aquel entonces, los españoles aún no estaban, como hoy: Cansados, hartos, y con profunda pereza. El tiempo me ha dado la razón. Ya no hay ignorancia porque se conoce la realidad. Ya no deberíamos dejarnos engañar.
Sin querellarse (aún) con Leire Diez (que quería reventar la UCO), ni enfadarse con Yolanda Diaz, a pesar de la frase que «se le escapó” (sobre la corrupción de este Gobierno), ni <unos larguísimos etc de sus Ministros>, incomprensibles para un demócrata, creo que queda acreditada, la degradación en el PSOE, y “su intento de desacreditar a La Justicia, y a la oposición”, con burlas y mentiras. Estamos en una pseudodemocracia
En el Congreso, el olor es nauseabundo. La falta de credibilidad democrática de Sánchez (y su equipo), que todo el mundo conoce, porque sus obras no se corresponden con sus actos ni palabras.

Causa bochorno ver al Fiscal General , aun en activo con la Cruz de San Fernando colgando, tras borrar las pruebas de su móvil a las dos horas de imputarlo, sentado en el banquillo. Ha confundido su lealtad, con el agradecimiento a quien lo nombró (pasándolo de mediocre a famoso).

La Noche de Difuntos y el día de Todos Los Santos, como casi todos los años, trajo consigo, el fresco del nuevo Otoño, la calma, y algunas reflexiones: Los niños en los colegios, y la vida comercial reactivada, tras el ardiente verano; mientras los medios de comunicación, aunque con diferentes perspectivas, tratan ya contra una corrupción, gangrenosa, y de difícil solución, que ha paralizado el interés económico.
En los trenes de Renfe no se puede ir, la TV oficial ni mirar, la Ministra Teresa Ribera disfrutando en Bruselas después de dejarnos el desastre de La Dana y los apagones, y … ¿las viviendas que iba a construir? y …
Todas las evidencias acumuladas de este Presidente (y su Gobierno), destrozando y azuzando a una España que se había reconciliado después de una guerra civil con la transición (a pesar de haberse tiroteado), y burlándose en el Congreso de todos, dibujan una personalidad enferma, Está torpedeando esa voluntad de reconciliación.
Escribir sobre “lo que no se ve”, que aún no ha sucedido, es vislumbrar una futura realidad; lo cual, es muy útil para anticiparse. ¿Qué pensará Bruselas del viaje de La Corona a China? ¿le sentará mal a EEUU? ¿y del aumento de la delincuencia criminal? ¿O de un Congreso en el que hay que entrar con las narices tapadas? Y lo siguiente será: Amañar las próximas Elecciones Generales.

La realidad es que todo ha cambiado «a peor» desde que aterrizó este gobierno de coalición (que iba a reverdecer «los valores»); pero yo quiero decir que hay “algo aún«, en este otoño de 2025: “algo nuevo”: algo que no se ve aún. Es una fuerza nueva, una esperanza, algo que flota en el ambiente sereno de España. Es un deseo intangible, pero real y verdadero: La ilusión de un cambio político que favorezca el orden, la paz, la economía, y la convivencia. Una etapa nueva rebosante de buenos augurios, que cierre heridas recientes, (sin olvidar lo sucedido), para evitar que se repita. Un periodo de reconstrucción de industrias, viviendas y valores religiosos, con una Sanidad más próspera y una Justicia “para todos”, que no sea tramposa.
Un otoño, donde los farmacéuticos deberían reinventar su distribución, y sus colegios, para que no se sigan comercializando, olvidando sus principios, ya que, nos puede perjudicar.
El Atlético de Madrid, (cuyos socios son los legítimos dueños del Club), ha ido a parar a <un fondo de inversión> por algo más de 1.000 M€.
La noticia, me trae a la memoria Hefame, de la que tanto he escrito, para evitar lo que todavía no ha sucedido, pero estuvo a punto de suceder con el pasado intento de fusión con Cofares; y lo seguiré haciendo porque creo que está amenazada, por otras distribuidoras desde hace años, intentando seducir a sus dirigentes. Lo sanitario y lo económico deben convivir sin conflicto, respetando sus principios. Y lo hago, sobre todo, para que los compañeros socios, se den cuenta “que somos no sólo parte de la empresa, sino los legítimos dueños de ese patrimonio heredado”; y por eso, siempre consideré la necesidad de ser más participativo ¿cómo? Con <el voto electrónico>. Es algo nuevo, que pronto sucederá.
Esa es la clave para que nuestro colectivo (como han hecho ya en el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, y en el de Abogados de Madrid) digan su parecer, y no sólo unos pocos; ya que por incomodidad o desplazamientos muchos no votan. Ello, aportaría también, transparencia, seguridad, y fuerza a los resultados.
P.D.- Liberar la imaginación, como hacía Don Quijote, es algo necesario y hermoso. Y aunque sea fantástico como soñar – abren deseos que pronto se pueden hacer realidad; incendiando la que vivimos con las llamas del conocimiento y el talento; y para crear unos medios de comunicación, dirigidos por profesionales que respeten la verdad, y sean como el otoño: “refrescantes”.


