Uno de los hombres más y mejor informados
Entrevista con Diego Carcedo
Los farmacéuticos españoles tenemos una larga lista de asuntos pendientes, y aunque no podría sacarlos todos y cada uno de ellos aquí, al menos algunos, y algunas cuestiones de interés social, sí los voy a comentar con este Maestro de la información al que agradezco su colaboración en mi web, su sabiduría y su sincera amistad, que me honran.
Valentín M. Torregrosa:
Dijo de ti la profesora universitaria Nereida López Vidales, en una inolvidable presentación, “que te acuestas oyendo la radio, desayunas con los periódicos, y pasas el día haciendo zapping con los informativos sin despegarte de internet, mientras escribes. Yo creo que eres uno de los hombres más y mejor informados; si la información es poder, y aprovechándome de la gran experiencia de un extraordinario comunicador, ¿consideras interesante que el mundo farmacéutico (al que pertenezco, del que vivo y quiero, y donde he echado raíces) cree su propio canal Oficial de información digital unificada con el doble propósito de informar verazmente y propiciar la unión del colectivo?
Diego Carcedo:
Primero, la profesora Nereida López Vidales es muy inteligente pero sobre todo es amiga mía desde hace tiempo y… los amigos a menudo exageramos; en este caso, ella no es una excepción. La verdad objetiva creo que se limita a que soy una persona que intenta estar bien informada. Creo que esto responde a mi curiosidad permanente ante todo lo que ocurre y a mi condición de periodista que me obliga a hacerlo. Aparte de dar conferencias que lo requieren, escribo libros y prácticamente una columna periodística diaria. Para hacerlo medianamente bien necesito intuir lo que puede interesar a mis lectores y no defraudarles con lo que cuento.
En segundo lugar, pues sí: me parece una excelente idea la existencia de un canal de información farmacéutica para los profesionales fundamentalmente pero también para otras personas que puedan estar interesadas. Otras actividades profesionales ya cuentan con ella con menos razones y necesidades. Lo que más sorprende es que no exista ya. Aparte su interés técnico a mí la idea me hace recordar la tradición literaria con que cuenta la profesión farmacéutica. León Felipe es el primero que se me viene a la cabeza, pero hay muchos más. Esta Tribuna es otro buen ejemplo de esas inquietudes.
Valentín:
Es un hecho, la gran repercusión que tienen en el mundo diario de la oficina de farmacia los pensionistas, y me he asustado al leer en un reciente artículo tuyo publicado en el periódico El Boletín (el pasado sábado 11 de Febrero) el futuro de los pensionistas ¿lo ves tan oscuro?
Diego:
Indudablemente, los mayores son la parte más vulnerable de la sociedad a la par de los niños.
Los mayores no tienen más que dos salidas para su turno: el soporte familiar, del cual muchos carecen, o las pensiones a las que tienen derecho porque para eso han contribuido al fondo que las debe atender durante muchos años. Pero a veces los políticos que gobiernan se olvidan. Se acuerdan de los pensionistas en las vísperas electorales pero luego ya no se preocupan.
Los pensionistas no suelen manifestarse por las calles ni ejercer presión en el Parlamento. Por eso los gobernantes, salvo excepciones, dejan de lado que sus necesidades aumentan, que sus recursos desciendes y que las pensiones, aparte que en su mayor parte son muy bajas, están estancadas en un ridículo incremento anual del 0,25 por ciento que resulta humillante. En el último trimestre sin ir más lejos la inflación subió un tres por ciento y los cálculos de prospectiva anticipan que en poco tiempo los pensionistas perderán un siete por ciento de su valor adquisitivo.
Respecto a si corren peligro, yo creo que no. Aunque nuestros políticos de cabecera no están consiguiendo generar mucha confianza a la sociedad, yo espero que acaben encontrando fórmulas para sustentarlas.
Valentín:
Estás a punto, creo, de publicar una nueva novela. ¿Cómo se llama y de qué se trata?
Diego:
Acabo de terminarla. Aún faltan las correcciones de edición. Puedo adelantar que es una novela, la segunda que escribo (los demás libros que he publicado no son de ficción), y el tema es de actualidad candente aunque estructurado en torno a una intriga. Todavía no tiene título. Normalmente eso es lo último y a la hora de elegirlo tienen mucho que decir la editorial, sus expertos literarios y en marketing. Se decidirá dentro de pocos días.
Valentín:
¿Crees que el avance de la robótica va a influir socialmente en este Siglo XXI con grandes pérdidas de puestos de trabajo?
Diego:
Ya está influyendo y yo creo que en líneas generales para bien, aunque todo tiene un pero y el que nos suscita la robótica no es pequeño. Está contribuyendo y cada vez lo hará más a destruir puestos de trabajo. A este paso llegará un momento en que sólo se podrá ganar uno la vida fabricando robots suponiendo que todavía no se construyan ellos de unos a otros. Ahora mismo la robótica nos facilita la vida pero nos cierra puertas.
Favorece sobre todo a las empresas, que les abarata la nómina y los pagos a la Seguridad Social. Esto habrá que empezar a plantearlo con seriedad porque en ello va la suerte de generaciones futuras. Ya hay quien sugiere que los robots sean gravados con un impuesto y no me parece que sea una mala idea. Habrá que seguir manteniendo escuelas, hospitales y demás servicios públicos.
Valentín:
¿Estimas razonable que una profesión como la farmacéutica sea útil para ejercer una Atención Primaria aplicando protocolos de acuerdo con el Sistema Sanitario para descongestionar así las Urgencias de los Hospitales en épocas de epidemias como está ocurriendo este invierno?
Diego:
Siempre lo ha hecho con conocimiento y eficacia. El farmacéutico es un profesional bien preparado no sólo para administrar el complejo suministro de medicamentos. También lo está para prestar primeros auxilios en situaciones graves, para contribuir al seguimiento de enfermedades evitando el colapso de los hospitales y, efectivamente, ante enfermedades leves y fáciles de diagnosticar y de curar, como gripes, catarros, dolores musculares, alergias, etcétera, proporcionar los primeros remedios.
Los farmacéuticos también saben muy bien cuando hay que remitir al paciente al médico o a centro hospitalario. La accesibilidad del farmacéutico sin grandes desplazamientos, listas de espera ni reservas, proporciona mucha confianza a los pacientes y les tranquiliza.
Valentín:
Como periodista, profesor, escritor y conferenciante has debido viajar mucho y entrar a diferentes farmacias ¿Qué opinión te merece el servicio farmacéutico en España?
Diego:
Por fortuna nunca he tenido que recurrir más allá de pequeña dispensaciones a farmacias en el extranjero. La única excepción es Nueva York, donde viví seis años y sufrí algún percance; concretamente un cólico nefrítico y una otitis consecuencia del frio. En ambas experiencias comprendí que la sanidad en España es excelente y la farmacia excepcional. Recuerdo bien la burocracia con que funciona, la lentitud y la desconfianza incluso a la hora de despachar recetas.
Nunca olvidaré un atardecer nevado, con diez o doce grados bajo cero y un dolor de oídos horrible, que tuve que esperar prácticamente en la calle, haciendo cola, a que me despachasen unas pastillas de Tylenol con codeína que me había recetado una otorrino. Que gritase de dolor a aquellos mancebos no les importaba. Lo que les preocupaba es que no fuese a utilizar ese tipo de calmantes que, con menor graduación, venden en los supermercados como droga. Tal y como si en aquellos barrios conseguir drogas duras, desde crack hasta heroína fuese difícil.
En España la farmacia goza prestigio, es un servicio bien valorado, nunca he oído a nadie hacerle alguna objeción aunque… algún caso habrá. Nadie es perfecto.
Valentín:
Muchos españoles (la mayoría) han viajado poco y no saben lo que se siente cuando las gentes de otros países más desarrollados te desprecian tan sólo por ser de otro lugar menos desarrollado. Eso hay que vivirlo y comprenderlo.
¿Qué opinas del trato que actualmente el mundo da a los refugiados, y los efectos que producirán, teniendo en cuenta que al mismo tiempo hay españoles que no disponen de lo más básico, que están pasando hambre y encima algunos tienen que pagar impuestos?
Diego:
Penoso. Es lamentable que un país como España, donde muchos ciudadanos aún vivos se salvaron encontrando refugio en Francia o Latinoamérica, ahora dé la espalda como lo está haciendo a los que huyen de otras guerras. No es muy positivo a la hora de enjuiciar nuestra condición humana. Entiendo que no se pueden abrir las fronteras de par en par, que hay que controlar quien entre cuando el terrorismo amenaza, pero cerrarlas a cal y canto o a penas mantenerlas entreabiertas es muy triste.
Respecto a que algunas instituciones estén ayudando a sobrevivir a personas sin recurso alguno, siempre estaré de acuerdo. Mientras algunos nadan en la abundancia, nadie debe morirse de hambre o de frío.
Valentín:
¿Cuándo piensas que acabará esta crisis de incertidumbre mundial?
Diego:
Ja, ja… No soy adivino ni tengo una bola de cristal a mano. Las guerras, las crisis y los enfrentamientos son consustanciales con el género humano. Es deprimente tener que reconocerlo, pero es la realidad que nos muestra la Historia y la Historia en todo lo malo que recuerda, se repite. Yo la situación internacional la veo complicada y más con la irrupción al frente de la potencia hegemónica de un descerebrado tan peligroso como Donald Trump y la amenaza de hacerse con el poder en diferentes países de populismos de diferente ralea. La sociedad no escarmienta en cabeza ajena y nos hemos olvidado muy pronto de las aventuras sanguinarias del nazismo o el comunismo.
Valentín:
¿Cómo ves este periodo de turbulencias que está creando la era Trump? ¿Cómo crees que afectará al mundo en general y a España en particular?
Diego:
Con mucha preocupación. Trump es un desestabilizador nato que además actúa desde el despacho Oval de la Casa Blanca y con unos botones al lado que con sólo apretarlos se desataría un desastre nuclear. Quisiera ser menos pesimista pero después de su campaña electoral y de su actuación ya como Presidente, apenas me queda la esperanza de que acabe moderándose. El equipo del que se ha rodeado tampoco invita a pensar que le ayudarán a conseguirlo.
Respecto a España…, según Rajoy después de conversar con él, bien. Habrá que ver. No hay que olvidar que en España hay bases militares norteamericanas importantes y que España es aliado en la OTAN, socio en la Unión Europea y miembro de la comunidad iberoamericana. No debe por tanto intentar hacer una política separada de los suyos por atraerse la amistad de Donald Trump en solitario. Lo más previsible, además, es que no dure mucho tiempo en el poder.
Valentín:
¿Ha cambiado Facebook las relaciones sociales?
Diego:
Mucho. Y no sólo Facebook. Todas las redes sociales. El reto es conseguir encarrilar este excelente instrumento de comunicación para mejorar no sólo muchos servicios públicos sino la convivencia, que tanto lo necesita.
Valentín:
¿Crees que vamos hacia un nuevo orden mundial donde todas las partes se comprometan a cumplir unos parámetros mínimos en estructuras sociales, militares y de medio ambiente como supone el ex-ministro García-Margallo?
Diego:
García-Margallo es una persona muy valiosa y un excelente analista que además vive muy de cerca la realidad internacional. Ojalá tenga razón y en algunos aspectos coincido con él; en otros me gustaría que acertase aunque no estoy tan seguro.
Valentín:
¿Volverás a repetir el Máster en Comunicación que se hizo en 2001 en la Universidad de Murcia y que tanto éxito tuvo?
Diego:
Me encantaría y repetiría con los mismos alumnos, pero la Universidad de Murcia ya tiene implantados los estudios de Ciencias de la Información, de los cuales me honra ser profesor honorario y master como aquel quizás ya no tenga tanto sentido. En cualquier caso yo siempre estoy dispuesto. Quienes me conocen saben que los retos me gustan.
P.D.:
Valentín:
“¿Tu verdad? No, la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela”. ¿Continúas creyendo que Machado muestra un principio básico del periodismo con esta frase?Diego:
Totalmente. Es la esencia del periodismo. Lo comparto aunque para mi compartir algo con Antonio Machado me resulta muy fácil. Es uno de mis ídolos literarios. Nunca me atrevería objetarle nada ni desde luego sabría hacerlo.Valentín:
Creo que sí. Sólo un talento de la categoría de Antonio Machado podría expresarlo con tanto acierto. El periodista debe buscar la verdad de los hechos incluso cuando esa verdad choque con la suya propia.
Me ha encantado la entrevista…. tanto el entrevistador como el entrevistado…ja,ja,ja,(valga la redundancia)
Dos grandes hombres frente a frente! Qué orgullo que os hayáis acordado de mi! Acabo de leer la entrevista ¡no sabía de ella! Un beso enorme!
Siempre fue un lujo tenerte como profesora primero y una suerte como amiga después, porque cuando te he necesitado nunca me has fallado ¿cuántos libros más has escrito? Eres para el mundo de la Comunicación una suerte por la calidad de tu formación. Gracias por tu amistad y me alegro que te haya gustado la entrevista a Diego Carcedo.