París climat 2015: ¿Cómo se sale de aquí?
El tiempo nos va marcando el instante sin que apenas nos apercibamos de que esos momentos se nos han ido ya para siempre y salvo algunos que se pueden salvar con el recuerdo, los demás habrán desaparecido convirtiéndose en cenizas que es la última huella que nuestro cuerpo terrestre dejará. Cuando miro el mar, ya que en Murcia no puedo verlo, me quedo extasiado casi siempre con la línea del horizonte. Algunos poetas que he leído se obsesionan con ella, porque parece que ese límite lo ven como una frontera, y a mí me gusta atravesarla navegando con el velero de la imaginación, empujado por el viento de la curiosidad, para ver lo que hay detrás de ella, cuando las tempestades me respetan.
El tic tac parece distinto ahora flotando encima del mar respirando ese aire salado, que cuando estoy escribiendo acompañado de Internet, y me pregunto ¿cómo sería mañana el tiempo sin Internet? La Historia no se detiene, y “el progreso” se abrirá paso aunque con ello tenga que destruir otras cosas. Muchas cosas que tiene que ver con lo mejor del ser humano: su humanidad y La madre Naturaleza.
Una parte del viaje mientras intento navegar hacia esa línea recta, lejos del demonio que me persigue cuando estoy en tierra. me recuerda que tengo que luchar para destruir algunas costumbres y fronteras falsas que me tienen preso encerrado en esta cárcel de cemento contaminado de ruidos y vibraciones, y en una atmósfera sometida a ese absurdo calentamiento global. Una estupidez cuajada de tics tacs desperdiciados que impiden que otros más saludables formen parte de mi vida. Como forman parte de la vida <los vertidos radioactivos> esas otras “no cenizas” de las que nadie quiere hablar.
Muchas veces me pregunto ¿porqué prefiero vivir en una ciudad rodeado de ruidos y vibraciones, con el aire contaminado, en vez de irme a vivir cerca del mar donde La Naturaleza aún conserva algunos encantos de vida natural y los seres humanos son más humanos? Espero sin renunciar a esa lucha diaria, que lo que parece inútil influya en lo útil, para que se efectúe el cambio: mientras tanto, sólo queda seguir resistiendo.
Y total…, ¿para qué?, ¿nos darán aire más limpio?, ¿o seguimos dependiendo del petróleo mientras Abengoa agoniza y usamos poco las renovables? ¿Hubo en París una Comisión de verdad?
P.D.- A lo que no podemos renunciar es a la verdad. Nunca es tarde.
Un artículo precioso que llenado mis sentidos de sabor a mar.